Mariana Narváez está lista para poner el nombre de Guanajuato y México en alto en los Juegos Panamericanos Juveniles 2025, que se celebran en Asunción, Paraguay. Y justo antes de tomar vuelo, fue abanderada por el gobierno municipal en una emotiva ceremonia llena de orgullo, símbolos y palabras que motivan.

La joven atleta, reconocida como la mejor exponente juvenil de squash en México, fue homenajeada por autoridades encabezadas por la alcaldesa Samantha Smith en el Salón de Cabildos de la Presidencia Municipal. Ahí, Mariana recibió el estandarte municipal, un botón distintivo y un presente que representa el respaldo de toda una ciudad que cree en su talento.

Una historia de esfuerzo desde los 6 años

Mariana Narváez comenzó a jugar squash desde los 6 años y a los 7 ya estaba ganando medallas en la Olimpiada Nacional. A los 11 fue convocada a la selección nacional, y desde entonces no ha parado. Estados Unidos, Canadá, Brasil... su nombre ha resonado en cada torneo, consolidándola como la número uno juvenil de México.

En el evento, Gabriel Morales —presidente del Comité Deportivo de COMUDEG— reconoció a Mariana como un verdadero baluarte del deporte local, y la alcaldesa Samantha Smith le recordó que cada sacrificio que ha hecho tiene un eco enorme entre quienes siguen su historia.

“En cada reto que tengas, siente el orgullo de representar a Guanajuato”, le dijo con emoción.

De Stanford al mundo… ¡y directo al podio!

Mariana no solo brilla en las canchas. Actualmente estudia en Stanford, California, donde ha logrado combinar alto rendimiento académico con entrenamiento de élite, demostrando que el esfuerzo sí rinde frutos.

Antes de partir, compartió un mensaje que refleja su enfoque:

“Voy a Asunción a dar lo mejor de mí, en agradecimiento al respaldo”.

Pero eso no es todo: tras Paraguay, también representará a México en un Panamericano de squash en Brasil, consolidando un año clave en su carrera internacional.

Este miércoles, Mariana viaja con la delegación mexicana a Paraguay. Su objetivo es claro: competir con el corazón, ganar con humildad y subir al podio con el alma llena de gratitud.